La irrealidad de la belleza del amor

Despierto gracias al roce de sus dedos, tan suaves, tan cálidos, sus besos…uhmmm sus besos…suben y bajan de mi derrier, a veces tan fallidos y a veces tan acertados, sus manos suben centímetro tras centímetro, van queriendo hacerse dueños de mis muslos, de mi cadera, de mi, aprietan firmemente mis pezones, los toma una y otra vez, como si no fueran ya lo suficientemente pequeños para él, me susurra en el oído que me quiere, que cuántas veces soñó con estar así, y comienza nuevamente a tenerme, a quererme, talvez amarme, solo talvez, … pero a veces me cruzo con su mirada perdida, me cruzo con otro, no es él, no lo conozco y me doy cuenta que no me conoce, entonces como puede hacerme sentir así, luego lo hallo, me besa apasionadamente, entrelazamos nuestras lenguas, nuestras piernas y nosotros terminamos siendo uno solo… creo en todo derepente, creo que todo es tan real, lo creo así por que lo puedo tocar, y me enseñaron que lo que tocas es real, lo demás está en tu mente….todo es tannn bello, me toma de la mano y no me suelta, soy derepente la protagonista de su mundo y él del mío hasta que….hasta que andamos por todos lados y otra se lleva sus miradas, es ahí donde sé que nada me pertenece, que tampoco soy de él, que todo puede ser irreal inclusive siendo tan concreto en lo material, que lo que es tan bello es tan irreal, por que la belleza sólo existe en la mente de cada uno.