Tengo 26 y aun no me acuerdo....

Quiero recordar cosas que aun no he vivido, no es mucho pedir viajar y conocer, talvez es poco el atrevimeinto que tengo para vivir, pero felizmente quiero vivir, aun soy una mocosa, aun no tengo suficientes vivencias como para decir "he vivido y ya me puedo morir tranquila", sé que esperan que eso lo diga una abuelita, talvez son mis ansias de encontrarme mas allá de lo que me conozco, tal vez sólo es premura por vivir, tal vez sólo es el aburrimiento diario de una vida de oficina, con el perdón de la carrera que estudié y que quiero por cierto, aquella que me ha permitido muchas cosas y entre otras la culpable de tener entre mis filas a algunas personas a las que puedo llamar amigos.

Siempre comenté que tengo dos caminos marcados, totalmente opuestos, pero que porsupuesto como todo en la vida es contradictorio, uno me otorga el camino del alcance profesional, la vida acomodada, módicamente, seguro que una casa y cosas que disfruto no lo niego, hasta el espacio para compartir con aquellos que quieran ir a visitarme de vez en cuando, sin embargo mi otra opción es bastante tentativa pero muy incierta y difícil a la vez, el camino del no sé que sucederá ni donde ni con quién estaré.

Ese camino que tiene diversas entradas, demasiadas salidas pero mas que nada abundantes peligros; me encanta el misterio, lo desconocido y la adrenalina que se siente cuando sabes que es peligroso y todo nuevo, donde sabes que te puedes equivocar pero que aprenderás; donde seguir es el camino. Tal vez viajar cerca y practicar, talvez viajar lejos y aplicar.

Como mujer no se si valga la excusa de....las mujeres corren mas peligros, yo diría en mi caso, lo que me fastidiaría de viajar es esto:
- la menstruación
- algún atorrante machista que no me deje entrar a algún sitio
- mi escaza condición física, ¿achaques?
- no poder caminar de noche por ciertos parajes, cosa que muchos hombres si hacen en mayor proporción que las mujeres

Estas ansias por viajar y conocer nuevos lugares, entablar quien sabe alguna nueva amistad o simplemente querer entender que la vida es aquí y allá la misma, que depende de uno hacer la diferencia, y que por supuesto dejar huella sería grandioso. Esas ansías no sólo me dicen a veces “recorre el mundo”, por ahora mi mundo.
Es una necesidad que tengo no de ahora sino de años atrás, siempre que viajaba con mis padres a algún lugar por mas cercano que sea, alucinaba que tenía que descubrir su secreto. Creo que me gusta saber como piensan las personas, tratar de entender sus puntos de vista y confrontarlos no por contreras sino porque es mas fácil provocarlos y hacer que saquen todos sus porqués, al explicar cada uno sus motivos es mas sencillo imaginar estar en sus zapatos.

Cada lugar te entrega un poco de sí, y cada lugar tiene un poco de todos. Quiero ser parte de todos pero quiero encontrarme primero yo, entendiendo a los demás. Tal vez sea como todo en la vida, comienzas a buscar en todos los sitios menos en donde te encuentras y al final vuelves al punto de partida, pero es ese recorrido el que me atrae, el vivir nuevas experiencias y tener que contar después.

La verdad, tal vez todo esto es puras dudas de la llegada a la mediana edad, pero inevitablemente nuestro cuerpo envejece pero el alma no tiene porqué correr con la misma suerte.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

con paciencia todo es posible Zarela.